El análisis de intersecciones tiene como objetivo identificar y caracterizar el nivel de riesgo de cada intersección, orientando las posibles estrategias a utilizar para minimizarlos. Para ello se ha desarrollado una metodología de análisis similar, a la utilizada para analizar fases semaforizadas, que en este caso se aplica a todo tipo de intersecciones. Esta metodología está compuesta de 4 pasos secuenciales.

Identificar las fases

Las fases son los turnos o momentos en que la intersección recibe tránsito de una o más vías determinadas. Estos turnos pueden darse a través de un semáforo o mediante regulación de preferencias con señalización. En casos o contextos puntuales donde hay vías sin preferencia de paso, o en intersecciones que sirven exclusivamente a la circulación de ciclos, los turnos pueden llegar a ser manejados solamente mediante negociación visual y comunicación social.

  • En intersecciones semaforizadas: se debe considerar el número de fases dentro del ciclo completo, y de ser necesario, incorporar fases.
  • En intersecciones de prioridad: se asumen dos fases, una fase priorizada, la que tiene preferencia, y otra no priorizada, la que enfrenta ceda el paso o señal pare.

Se identifican, las fases (f) para cada intersección, como muestra la siguiente figura:

Figura 1: Identificar las fases: Elaboración propia

Identificar los movimientos por fase

El paso siguiente es identificar, para cada fase, los movimientos (m) permitidos para vehículos, motorizados y no motorizados, como ejemplifica la figura siguiente:

Figura 2: Movimientos permitidos. Fuente: Elaboración propia.

En azul se identifican los movimientos que realizarán los ciclos y en gris se representan los movimientos que pueden realizar los automóviles. Los movimientos que realizan los peatones, para atravesar las vías, no se incluyen en el análisis pues se asumen constantes e independientes de la configuración escogida para emplazar la ciclovía.

Identificar los potenciales conflictos por fase

Luego, se determinan los conflictos (c) potenciales a los que está expuesto cada movimiento vehicular motorizado permitido, como ejemplifica la siguiente figura:

Figura 3: Potenciales conflictos. Fuente: Elaboración propia.

Determinar el índice de riesgo

Finalmente, para determinar el índice de riesgo (Ir) de cada intersección, se aplica la siguiente ecuación:

 

donde:
f: corresponde a cada fase
m: corresponde a cada movimiento en una fase
c: corresponde a la cantidad de conflicto en un movimiento motorizado

Cada movimiento (m) permitido en cada intersección, se multiplica por 3 elevado al número de conflictos simultáneos (c). Luego, se suman todos para cada fase (f) y, finalmente, se suman los resultados para cada fase, como se muestra en el siguiente ejemplo, con ciclovías unidireccionales y sin virajes a la izquierda:

Figura 4: Potenciales conflictos sin viraje a la izquierda. Fuente: Elaboración propia.

m=3 (base 3)
m1 * 3^0 = 1
m2 * 3^0 = 1
m3 * 3^1 = 3
m4 * 3^1 = 3
sum m^c = 8

si f1 = f2 == Ir = 16

En este caso, se identifican todos los movimientos de cada fase, se cuantifican los conflictos a los que está expuesto cada movimiento de vehículo motorizado (no se cuantifican los conflictos entre movimientos de ciclos) se calculan los valores para cada movimiento y se suman. Luego, si asumimos que ambas fases son iguales, en este caso, se multiplica por dos y el valor final sería Ir = 16.

El siguiente ejemplo es la misma configuración anterior, es decir, con ciclovías unidireccionales pero permitiendo el viraje de vehículos motorizados a la izquierda. En consecuencia hay dos movimientos que se exponen a dos conflictos en simultáneo, lo que lo hace significativamente más riesgoso. Aplicando la misma ecuación, en este caso el valor de Ir = 52.

Figura 5: Potenciales conflictos ciclovía unidireccional con virajes a la izquierda permitidos.. Fuente: Elaboración propia.

m=3 (base 3)
m1 * 3^0 = 1
m2 * 3^0 = 1
m3 * 3^1 = 3
m4 * 3^1 = 3
m5 * 3^2 = 9
m6 * 3^2 = 9
sum m^c = 26

si f1 = f2 == Ir = 52

Por último, una configuración de ciclovía bidireccional con viraje a la izquierda permitido, implicaría que el vehículo que vira a la izquierda se enfrenta a tres potenciales conflictos simultáneos, el automóvil que viene de frente y los ciclos en ambas direcciones, aumentando significativamente el índice de riesgo (Ir). En este ejemplo, el valor de Ir llega a 84, donde sólo un movimiento (m5) concentra el mayor riesgo potencial.

Figura 6: Potenciales conflictos ciclovía bidireccional con virajes a la izquierda permitidos.. Fuente: Elaboración propia.

m1 * 3^0 = 1
m2 * 3^0 = 1
m3 * 3^2 = 9
m4 * 3^0 = 1
m5 * 3^3 = 27
m6 * 3^1 = 3

sum m^c = 42

si f1 = f2 == Ir = 84

Para efectos del análisis, se considera que una intersección tiene:

  • Riesgo bajo cuando el valor de Ir es menor a 30;
  • Riesgo medio si el valor de Ir es mayor o igual que 30, pero menor que 60
  • Riesgo alto cuando el valor de Ir es mayor o igual a 60.

Tabla 1: Nivel de riesgo según el índice de riesgo (Ir). Fuente: Elaboración propia.

En definitiva, una intersección cuyo valor Ir es menor a 30 requerirá un nivel de intervención bajo o adecuaciones simples. Luego, hasta 60 se puede tomar medidas de gestión o diseño para mejorar los estándares de seguridad y sobre 60 ya requerirá una intervención mayor.

En términos generales, para rebajar el valor Ir, se puede optar por restringir los movimientos de vehículos motorizados (eliminar virajes a la izquierda, por ejemplo) o bien aumentar las fases de semáforo para separar las trayectorias con potencial de conflicto, dedicando tiempo y espacio reservado para cada una de ellas.

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