El territorio chileno presenta una amplia variedad de climas y condiciones geográficas, algunas de ellas extremas, dada su extensión y las diferencias de altura. Diseñar ciclo-infraestructura en estas condiciones puede requerir respuestas específicas y técnicas que permitan adaptarse a ciertos contextos. A continuación se entregan algunas recomendaciones para abordar los desafíos que presentan climas y geografías extremas en el diseño de ciclo-infraestructura.

Climas fríos
Las regiones australes de Chile, incluyendo la Patagonia, enfrentan temperaturas frías, nieve y hielo, lo que demanda:
Considerar materiales resistentes a bajas temperaturas: Utilizar materiales de pavimentación que mantengan su integridad y fricción en condiciones de congelamiento. El asfalto modificado con polímeros y ciertos tipos de concreto son adecuados para estas condiciones

  • Incluir mantenimiento invernal: Establecer planes de mantenimiento invernal que incluyan la remoción de nieve y la aplicación de sal para prevenir el hielo en la superficie de la ciclovía.
  • Señalización específica: Instalar señalización que advierta sobre la posible presencia de hielo y nieve, y proporcionar información sobre rutas alternativas durante condiciones climáticas severas.
  • Zonas de hielo: detectar las zonas de viento que generan hielo en la superficie de circulación e implementar barreras laterales que reducen el viento sobre el pavimento para evitar el congelamiento.
  • Demarcación de color: En zonas de nieve, la demarcación blanca debe ser reemplazada por un color que sirva de contraste, promoviendo el azul de ciclovía y el color amarillo para la demarcación lineal.

Climas cálidos y secos
El desierto de Atacama y otras zonas áridas del norte de Chile requieren soluciones que aborden las altas temperaturas y la falta de humedad:

  • Protección solar: Incorporar techados ligeros, toldos o arbolado en los tramos de la ciclovía más expuestos al sol para proporcionar sombra y reducir la temperatura del pavimento.
  • Puntos de hidratación: Instalar estaciones de hidratación cada pocos kilómetros donde se pueda acceder a agua potable. Estas estaciones también pueden incluir áreas de descanso con sombra.
  • Superficies de baja absorción térmica: Utilizar pavimentos que no retengan el calor excesivamente, como asfalto de color claro o concreto reflectante, para mantener la superficie más fresca.

Manejo del agua lluvia
En regiones con altas lluvias, es crucial diseñar sistemas que gestionen eficazmente el agua lluvia, e implementar estas soluciones con los proyectos de ciclo-infraestructura. Algunas características de estos sistemas son:

  • Drenaje eficiente: Implementar sistemas de drenaje adecuados, como zanjas, cunetas y alcantarillas, para evitar la acumulación de agua en la superficie de la ciclovía. El uso de pavimentos permeables también puede ayudar a reducir el escurrimiento superficial
  • Inclinación y pendiente: Diseñar la ciclovía con una inclinación mínima del 2% hacia los lados para facilitar el drenaje natural del agua. En áreas de alta pendiente, se pueden instalar drenajes transversales para interceptar y desviar el agua.
  • Pavimentos antideslizantes: Usar pavimentos con buena adherencia en condiciones húmedas, como asfaltos modificados con polímeros o revestimientos antideslizantes.
  • Demarcación antideslizante: se recomienda utilizar pintura antideslizante que entreguen coeficientes adecuados de fricción en condiciones húmedas.
  • Segregación: la segregación debe diseñarse para evitar la inundación del espacio de circulación ciclista. En función de la pendiente y su orientación, convendrá usar segregación continua, para que el agua no entre, o discontinua, para evacuarla.

Zonas ventosas

Las zonas como la Patagonia también enfrentan fuertes vientos que pueden afectar la seguridad y comodidad, para lo cual se puede considerar:

  • Protección contra el viento: Plantar cortavientos naturales, como filas de árboles o arbustos, a lo largo de la ciclovía para reducir la velocidad del viento. También se pueden utilizar barreras artificiales en áreas críticas
  • Diseño aerodinámico: Evitar diseños que creen túneles de viento. Las ciclovías pueden tener trazados más curvos y elementos de ruptura de viento para dispersar las ráfagas.
  • Estabilidad estructural: Asegurar que las estructuras de la ciclovía, como puentes y pasarelas, resistan vientos fuertes sin comprometer la seguridad.

Áreas de niebla frecuente
En zonas donde la niebla es común, la visibilidad reducida puede ser un riesgo significativo para los ciclistas. Para contrarrestarlo se debe considerar:

  • Iluminación adecuada: Instalar iluminación LED de alta intensidad que funcione adecuadamente en condiciones de baja visibilidad.
  • Reflectores y marcas viales: Utilizar reflectores y pintura reflectante en las demarcaciones de la ciclo-infraestructura para mejorar la visibilidad.
  • Señalización de advertencia: Incluir señales verticales informativas a las personas en ciclos sobre la presencia frecuente de niebla y recomendar el uso de luces y prendas reflectantes.
  • Demarcación visible: en zonas de niebla, se recomienda realizar mantención constante a la demarcación para evitar demarcaciones borradas y compensar la baja visibilidad de la vía.

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