Parada de Transporte Público
Resolver las paradas de transporte público en interacción con las ciclovías es crítico y también representa una oportunidad para generar beneficios entre ambos modos. Por un lado, se pueden mejorar las condiciones de transferencia de pasajeros, y la accesibilidad al bus, al crear andenes elevados universalmente accesibles. Los ciclos, por su parte, se benefician al contar con soluciones que integren paraderos y ciclovías, lo que facilita la implementación de ciclovías al costado derecho y en el sentido del tránsito, eliminando una de las principales barreras para su instalación. Además, esto reduce la necesidad de implementar ciclovías al costado izquierdo de la vía, que a menudo se desconectan del acuerdo de circulación.
Para integrar las ciclovías con las paradas de buses hay dos alternativas: Idealmente, la ciclovía debe pasar por detrás de la parada; cuando no es posible, la ciclovía puede pasar entre la parada y la zona de subida y bajada.
El primer caso genera un paradero en isla donde la ciclovía pasa por detrás del refugio, reduciendo las fricciones al momento de subir y bajar del bus. La segunda solución, por su parte, se aplica en contextos donde no es posible implementar la alternativa ideal. En esta segunda alternativa la ciclovía pasa sobre una plataforma equivalente a un paso peatonal nivelado entre la zona subida/bajada y la zona de espera de la parada. Esta última solución, aumenta las fricciones al momento de subir y bajar del bus, ya que las personas ascienden o descienden en una plataforma angosta, para posteriormente, atravesar la ciclovía y llegar a la acera de la ruta accesible.
Ambas soluciones se recomiendan para ciclovías unidireccionales emplazadas al costado derecho. En el caso de ciclovías bidireccionales, los pasajeros que esperan el bus darán la espalda al contraflujo ciclista, lo que genera riesgos tanto para la espera como para el acceso y salida del bus. Además, es recomendable que cuando se implementen ciclovías bidireccionales se haga al costado izquierdo, lo que evitaría este posible conflicto.
Tanto la solución detrás de la parada como delante comparten las siguientes características esenciales:
- Plataforma: Deberá existir una plataforma elevada, correctamente demarcada, en el trazado de la ciclovía, cuya rampa de acceso debe tener una pendiente no superior al 10% y ubicarse a 1,5 m., como mínimo, del encauce peatonal más próximo. En caso contrario, deberá coordinarse con el organismo que corresponda el traslado de la parada.
- Ancho de la ciclovía: El ancho de la ciclovía debe reducirse a 1.2 m. para producir un angostamiento que reduzca la velocidad de circulación ciclista, para ambas soluciones.
- Vereda disponible: Debe quedar una vereda disponible de al menos 1.2 m para asegurar la ruta accesible de peatones y personas con movilidad reducida y además debe quedar correctamente conectada con el andén.
- Extensión del andén: Las dimensiones del andén deberán ser proporcionadas por el organismo competente a cargo del transporte público en cada ciudad y dependerán de la aglomeración de peatones y la cantidad de sitios de parada que se requieran según la frecuencia. En los casos de interferencia que solamente tengan la cabida mínima, se debe considerar el largo entre las primeras 2 puertas del bus para permitir la subida y bajada de las personas con movilidad reducida en la segunda puerta.