Las interacciones complejas son situaciones donde las trayectorias de los diferentes actores viales se interceptan o se superponen y que no corresponden a una intersección vial. Son puntos de interacciones complejas, por ejemplo:
- Vías prioritarias de transporte público
- Paradas de buses
- Las zonas de carga y descarga
- Los accesos vehiculares de gran demanda
El objetivo, al diseñar la ciclo-infraestructura en contextos donde se presentan interacciones complejas, es minimizar el riesgo al que se enfrentan dos o más actores que se encuentren en un mismo lugar al mismo tiempo; evitando siniestros viales. Para lograrlo el diseño debe contemplar adecuaciones especiales al espacio vial, complementado con señalización vertical y horizontal cuando sea necesario.
- Todos los actores deben comprender fácilmente el funcionamiento y los comportamientos para interactuar con el mínimo riesgo.
- Se deben proveer espacios seguros para la espera y maniobra.
- Los actores deben ser visibles entre sí. La configuración espacial debe entregar tiempo y espacio de negociación para el reconocimiento mutuo.
- Debe existir claridad en la prelación o preferencias de uso en un momento determinado.
Si bien es posible encontrar diversas interacciones complejas dentro de la red de ciclo-infraestructura, existen prácticas culturales y sociales que generan interacciones complejas y fricciones en los trayectos, como estacionamiento en aceras y platabandas. Estas interacciones podrían ser eliminadas o mitigadas haciendo correcta gestión del Bien Nacional de Uso Público, por ejemplo:
- Eliminando zonas de estacionamiento en platabandas y aceras
- Ordenando labores logísticas en el comercio
- Ordenando la operación del transporte público mediante paradas definidas
- Formalizando el uso flexible de espacios, por ejemplo en el caso de ferias libres