Señales verticales

Se entiende por señalización de tránsito al sistema de información vertical, es decir, las señales en postación. No incluye ni los semáforos ni la demarcación en el pavimento. Tiene el propósito de guiar, informar, advertir y regular el desplazamiento de las personas en el espacio público. Toda la señalización de tránsito en sus aspectos técnicos, constructivos o de instalación están contenidos en el capítulo 2 del Manual de Señalización de Tránsito, Ministerio de Transportes y Telecomunicaciones

Para que una señalización sea efectiva, debe cumplir con cuatro requisitos clave:

1. Debe ser necesaria, es decir, su instalación debe responder a una necesidad real de control y seguridad en el tránsito.
2. Debe ser visible y captar la atención de quienes transiten por la vía, asegurando que nadie la pase por alto. La señal debe ser legible y fácil de entender, permitiendo un rápido procesamiento de la información que ofrece.
3. Debe ofrecer un tiempo de respuesta adecuado, es decir, que las personas tengan el tiempo suficiente para ver la señal, comprender su mensaje y reaccionar de manera segura.
4. Deben ser consistentes en su diseño y coherentes en su aplicación, evitando mensajes confusos que dificulten el reconocimiento y generen incertidumbre.

Dimensiones de las señales según tipo de usuario

Las personas en ciclos, y en particular en bicicleta, tienen una posición en el vehículo y un cono de visión distinto al de quienes conducen vehículos motorizados. Quienes se mueven en bicicleta centran su mirada entre el pavimento y el horizonte, debido a la posición corporal sobre el vehículo y la necesidad de evaluar el estado del pavimento para resguardo de su propia seguridad. En cambio, quienes conducen vehículos motorizados van sentados en una butaca, inclinados hacia atrás, y su visión se limita a los elementos inmediatamente delante del vehículo, debido al espacio que ocupa el motor en la parte delantera del automóvil. Su atención se centra entre el horizonte y el cielo, prestando atención a las señales y al espejo retrovisor. Por lo anterior, los mensajes deben ir principalmente a baja altura, prefiriéndose mensajes a través de la demarcación, por sobre la señalización vertical, cuando sea posible.

Cono de visión ciclista y automovilista según ergonomía

No obstante lo anterior, es importante considerar que las señales verticales están dirigidas a diferentes tipos de usuarios en la vía. Para señalizar una ciclovía, se deben enviar mensajes distintos a las personas conductoras de vehículos motorizados, a las personas en ciclos y a los peatones.
A quienes conducen vehículos motorizados se debe informar sobre las restricciones de velocidad, el uso de vías compartidas, virajes, vías segregadas, u otros, utilizando todas las herramientas disponibles en el Manual de señalización de tránsito. En cambio a quienes conducen ciclos, se les debe informar respecto a la navegación, interconexiones o señalización de prioridad. A los peatones, se les debe informar sobre las interacciones con ciclos, especialmente en paraderos, intersecciones o biciestacionamientos.
Utilizar señalización diferenciada para estos 3 segmentos es clave para un mejor entendimiento y convivencia en el espacio, especialmente en proyectos nuevos donde la comunidad no está habituada a las nuevas dinámicas que introducirá la nueva infraestructura proyectada.

Toda la señalización vertical está en el Capítulo 2 del Manual de Señalización de Tránsito, no obstante toda la señalización orientada en ciclos y peatones está adicionalmente contenida en el Capítulo 6 del Manual de Señalización de Tránsito respecto a facilidades explícitas para peatones y ciclistas.

Las señales verticales se categorizan en 3 tipos:

• Señales reglamentarias: imponen obligaciones como PARE, Ceda el Paso, u otras prohibiciones (generalmente blancas y rojas).
• Señales de advertencia de peligro: como cruce ciclista, ciclistas en la vía, u otras (amarillas).
• Señales informativas: que como su nombre indica, informan sobre lugares, conexiones, facilitando la navegación.

Emplazamiento y gálibos

El emplazamiento de la señalización está normado en el Manual de señalización de tránsito capítulos 2 y 6 en los que se establece la distancia (A) que debe tener la señal respecto a la ciclovía como también la altura mínima de la señal (H). Como se observa en la siguiente figura.

Tamaños recomendados para señales dirigidas exclusivamente a personas en bicicleta

Se debe verificar que las señales de tránsito estén suficientemente alejadas de la ciclovía y de las trayectorias que realizan las personas en ciclos, especialmente cuando realizan maniobras de incorporación, salida o adelantamiento. También se debe verificar que la altura sea suficiente para que una persona parada sobre los pedales de su bicicleta no golpee con la cabeza la señal de tránsito.

Materialidad

Respecto al poste de la señal se recomienda verificar que no tenga cantos afilados que puedan herir a una persona en bicicleta o a peatones. En el caso de los postes omega se debe verificar que sus cantos no enfrenten longitudinalmente la ciclovía. En casos que los postes estén en áreas húmedas, se recomienda utilizar postes de material compuesto de PVC o similares que sean resistentes a la humedad y el agua.

Visibilidad

La señal vertical debe estar libre de obstáculos visuales. Se debe verificar que no está delante o detrás de otra señal, que los árboles del entorno no tapen la señal, o que algún cartel publicitario impida una correcta visualización.

Criterios de implementación de señales verticales

1. En las distintas vías que cruzan o atraviesan el eje que cuenta con una ciclovía y, que están regulados con Señal de Prioridad (Pare o Ceda el Paso), se debe instalar señal “Cruce de Ciclistas” (PO-14).
2. Conjuntamente con el punto anterior, se debe considerar en el poste de la señal “Cruce de Ciclistas” (PO-14) una señal adicional que muestre “flecha con sentido de tránsito” para advertir el sentido de la ciclovía proyectada según corresponda a cada cruce.
3. Con relación a la señal “Cruce de Ciclistas” (PO-14), esta NO debe ser instalada cuando el cruce forma parte de un cruce regulado por semáforos.

4. La instalación de una señal PARE, o Ceda el Paso, en una ciclovía debe estar siempre en coherencia con la jerarquía y prioridad de la vía en la que se emplaza. Por tanto no se debe poner una señal PARE o Ceda el paso frente a accesos vehiculares o vías transversales que no tienen prioridad de paso respecto a la vía principal.
5. La señal Desmonte Ciclista (RO-18) debe usarse en paseos peatonales o en accesos a estaciones de Metro, por ejemplo, donde está permitido ingresar con la bicicleta pero no pedaleando.

6. Señal vertical “Al virar preferencia ciclistas” (RO-16): La ley de Tránsito (DFL 1, 2007, art. 134) establece que “El conductor de un vehículo que tenga el propósito de virar, carecerá de toda preferencia para ejecutar esta maniobra y deberá respetar el derecho preferente de paso que tengan, en estas circunstancias, los otros vehículos que circulen, los ciclos que circulen en ciclovía y los peatones en los pasos a ellos destinados, que estén o no demarcados.” La señal RO-16 indica al conductor de automóvil lo que la ley ya estipula. Su uso ayuda a reforzar la preferencia de los ciclos cuando un conductor vira, atravesando una ciclovía, pero su implementación no es obligatoria. Se recomienda su uso en intersecciones con viraje fuerte y que no estén reguladas a través de una fase especial.

Señalización transitoria para trabajos en la vía

En caso de obras de construcción que ocupen temporalmente el espacio de la ciclovía, esta debe ser canalizada de forma segura, generando un bypass que permita dar interconexión a la ciclovía. Esto se debe realizar utilizando los mismos criterios establecidos en el Capítulo 5 del Manual de Señalización de Tránsito y aplicados para la conectividad de la ciclovía.
En caso de grandes obras que cierran un tramo de vía por un largo período de tiempo (como la construcción de un corredor de buses, una carretera) se recomienda implementar una senda ciclo-accesible (condición primitiva que permita la circulación de personas en ciclos) mientras dura la obra como una manera de palear el déficit de conectividad y accesibilidad que generan las grandes obras en el entorno.

Referencias