
ACTIVE, una alianza por la movilidad activa
Programa de capacitación e intercambio de experiencias entre Chile y los Países Bajos.
Programa de capacitación e intercambio de experiencias entre Chile y los Países Bajos.
El Transporte Escolar Activo como herramienta para las comunidades educativas.
Recursos y materiales de apoyo para la formulación de tu proyecto de ciclovía.
Procedimiento, plazos y recomendaciones para preparar tu solicitud
Desde la caracterización de nodos hasta el diseño con evaluación de conflictos y soluciones.
Los semáforos deben regular el paso de ciclistas de manera segura, pudiendo incluir fases dedicadas para evitar conflictos.
Separa la circulación de ciclistas, utilizando métodos visuales o físicos como demarcación, tachones, o jardineras.
Es clave para guiar a los ciclistas, ya que su campo de visión difiere al de los vehículos motorizados.
Guía y regula el tránsito, debe ser clara, visible y adecuada para ciclistas, conductores y peatones.
Debe ser clara e intuitiva para garantizar seguridad, evitando la saturación de información y mejorando la visibilidad.
El diseño de ciclo-infraestructura debe adaptarse a diversas condiciones climáticas, desde frío y nieve hasta calor y sequedad.
Se proponen medidas como reducir la velocidad y, mejorar la visibilidad y la seguridad en los accesos vehiculares de alta intensidad.
Se proponen estrategias de diseño y gestión para abordar las zonas de carga y descarga y minimizar los conflictos con ciclistas.
Integración segura del transporte público y la movilidad activa, en vías con pistas exclusivas para buses y en los paraderos.
Ocurren cuando las trayectorias de diferentes actores viales se cruzan. El diseño debe minimizar riesgos y crear espacios seguros.
Buscan priorizar la seguridad de ciclistas y peatones, utilizando elementos como cruces elevados y chicanas.
Las rotondas mejoran la seguridad al reducir la velocidad. Su diseño debe incluir atributos que protejan a ciclistas y peatones.
Destacan la prioridad de ciclistas mediante señalización en el pavimento. Fáciles de implementar, pero ofrecen menos seguridad que las protegidas.
Separan a ciclistas y peatones del tránsito motorizado, creando espacios seguros donde se puede maniobrar y esperar sin riesgos.
Cada tipología de intersecciones se adapta a contextos específicos con estrategias para minimizar conflictos.
En las intersecciones es crucial para evitar conflictos.
Uno de los factores clave para garantizar la seguridad de todos los usuarios de la vía es la visibilidad en las intersecciones.
En las intersecciones es esencial, implementar medidas que incentiven menores velocidades.
Las intersecciones son puntos críticos, donde confluyen diferentes modos de transporte. Un buen diseño debe minimizando riesgos.
Ciclovías en vías verdes y de borde son adecuadas para contextos recreativos y con poca interacción vehicular.
Una ciclovía bidireccional por la izquierda es recomendable para casos específicos, aunque requiere atención en minimizar conflictos.
La combinación de una ciclovía segregada y otra a contraflujo, garantiza la circulación en ambos sentidos sin requerir un par vial.
Implementar ciclovías unidireccionales en ambos costados de la calzada es intuitivo y adaptable a diversas configuraciones.
La implementación de una ciclovía lateral derecha, ofrece una integración intuitiva que facilita su conexión con otras secciones de la red.
En vías estrechas y de bajo flujo vehicular se proponen soluciones tipo para perfiles integrados de flujo mixto.
El diseño de perfiles busca adaptar la vía para hacerla ciclo-inclusiva, en función de las necesidades ergonómicas y el contexto.
El análisis de maniobras en nodos se enfoca en identificar los movimientos de ciclistas y los posibles conflictos con vehículos motorizados o entre ciclistas.
La metodología de análisis de intersecciones evalúa el riesgo en los nodos, identificando fases, movimientos y conflictos.
El análisis de nodos e interacciones complejas busca identificar riesgos y conflictos, evaluando los movimientos de ciclos y vehículos.
La ciclo-infraestructura se debe emplazar priorizando la coherencia con el flujo vehicular, para evitar conflictos y brindar seguridad.
Es clave para la integración de la ciclo-infraestructura, definiendo el sentido de circulación y la ubicación en la calzada.
Desarrollar los perfiles por tramo consiste en redistribuir el espacio vial aplicando estrategias de cabida.
Definir la tipología de cada tramo implica clasificar la ciclo-infraestructura según su grado de separación del tráfico motorizado.
Definir tramos homogéneos de un trazado implica dividirlo en segmentos con características físicas y operacionales similares.
Definir un trazado conexo, directo y coherente, es la primera etapa del anteproyecto.
La elaboración de un anteproyecto se compone de cinco tareas interdependientes, que deben adaptarse al contexto de cada proyecto.
Se divide en tres etapas: plan, proyecto y ejecución. Esta guía aborda la etapa de proyecto.
El ancho de las pistas vehiculares influye en la velocidad de conducción; a mayor ancho, mayor velocidad.
La ciclo-infraestructura debe considerar tres factores que afectan la eficiencia: la resistencia al pavimento, viento y pendiente.
Es el espacio necesario para que las personas puedan desplazarse de manera segura y cómoda.
En Chile se circula por el costado derecho de la vía. Para que la ciclo-infraestructura sea segura, debe alinearse con esta norma.
El espacio público está compuesto por diferentes elementos que deben ser considerados al momento de diseñar un proyecto ciclovial.
Estructurar una red de ciclo-infraestructura en nodos y arcos, facilita su comprensión y planificación.
Implementar una red ciclo-inclusiva requiere equilibrar la función, forma y uso de las vías, priorizando el transporte activo.
Separar, segregar o integrar la ciclo-infraestructura, dependerá del espacio, la velocidad y el volumen de tráfico vehicular.
Una red de ciclo infraestructura vial consiste en una serie de adecuaciones físicas y operacionales de las vías, que en conjunto habilitan la experiencia de moverse en bicicleta, tanto en zonas urbanas como rurales.
La movilidad sostenible, el transporte activo y la ciclo-inclusión son conceptos para repensar la forma en que nos desplazamos.
En Chile, los proyectos de transporte activo se fundamentan en instrumentos que definen un rumbo hacia el que debemos avanzar.