Definir preferencia de paso

La claridad de la preferencia de paso en las intersecciones es fundamental para evitar conflictos, asegurando que ciclistas y peatones puedan transitarlas de manera segura. Esta preferencia de paso se establece a través de la señalización, la demarcación y la regulación del tránsito, y es especialmente importante en intersecciones donde los flujos de tránsito son complejos o donde el tránsito de usuarios vulnerables es intenso. Para definir la preferencia de paso y evitar incertidumbres, formalizando los movimientos de los diferentes actores, se cuenta con los siguientes métodos.

• Señalización y semáforos: La implementación de señales focalizadas en ciclistas y peatones, o el uso de semáforos exclusivos, ayuda a clarificar las prioridades de paso en las intersecciones y otros nodos. Estos elementos de señalización deben ser claramente visibles y comprensibles, asegurando que todos quienes usan la vía entiendan quién tiene la prioridad en cada momento.

• Fases semafóricas: Existen diferentes esquemas de semáforos ciclo-inclusivos, que son una herramienta efectiva para reservar tiempo y espacio para el paso de ciclos. Por ejemplo, una fase que asegure que los ciclos inicien su marcha algunos segundos antes que los demás vehículos; dejar una fase donde ciclistas y peatones tengan luz verde mientras los vehículos motorizados están detenidos, siempre que no existan conflictos significativos entre ellos; u otras alternativas que mitiguen los conflictos entre los distintos modos de transporte.

• Demarcación de prioridades en el pavimento: Las demarcaciones en el pavimento, como los pasos de cebra y los cruces para ciclistas, refuerzan la prioridad de paso y formalizan el espacio de movimiento. Estas demarcaciones, combinadas con señales verticales, sirven como recordatorio visual para quienes conducen sobre la presencia de ciclistas y peatones y su derecho a cruzar.